martes, 10 de abril de 2007

Carta de Amor/Desamor

Por Nur

En alguna ciudad, en el día, de un año incierto.

A quien corresponda:

Descubrí el amor junto a ti. Me enseñaste que la vida puede ser hermosa si tienes una ilusión que la inspire, si tienes un gran amor que te inunde de sueños el alma. Con tus detalles y tu ternura creaste para mí un mundo fantástico donde tus caricias se convirtieron en la llama que encendió mi hoguera y despertó el volcán que dormía dentro de mí. Tus besos me transportaron fuera del universo, a otra galaxia, donde tu aliento y tu calor eran lo único que podía mantenerme viva. Tu presencia la podía palpar más allá del perfume de tu ropa; más allá de la fotografía del velador, pues estabas presente en mi alma. Tu amor y tu pasión trascienden a cualquier realidad, a cualquier frontera o ley terrenal. Te amo, como nunca soñé siquiera que era posible. Y no se equivocan cuando dicen que habría que crear un lenguaje nuevo que pueda definir al amor. Las palabras no bastan para expresar lo que llevo dentro y es que, cómo transmitir este sentimiento, sino con la piel, con el corazón, con todo el ser.
Aún recuerdo cuando te conocí, me conquistaste con tus detalles, con tu sonrisa, con tus gestos, con esa manera tuya de amarme. Y desde entonces, empezamos a escribir juntos la misma historia; viviendo intensamente cada página, cada párrafo, cada instante; memorizando las mil y una estrellas que cobijaban nuestro lecho; escapando como dos fugitivos de lo cotidiano para inventar un lugar único donde amarnos plenamente. Nuestros momentos han sido más que simples horas de placer, más que la sola satisfacción de los instintos porque al desnudarnos, desnudamos también el alma.
En el sendero que hemos recorrido, nunca nos detuvimos para voltear hacia el pasado porque nuestra unión no está definida por el tiempo ni el espacio, sino por la sensualidad que entregamos al amarnos. Tú, has sido puerto seguro para mi barca, nido para mis alas, tierra firme para mi casa. Yo, he nacido cada día para morir cada noche en tu cuerpo, he sido prisionera de tus manos para ser libre en la profundidad de tus labios, he sido niña para ser mujer en tus brazos.
Somos, dos seres afines en cuerpo y mente; dos espíritus fundidos en la misma piel; dos locos de amor que han jurado amarse, más allá de la misma muerte.

Te amo,

Nur

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nur: no nos olvidemos que el arte, y la literatura por supuesto, es un asunto de forma. Sobre todo en este tema, el contenido está allí, el amor en toda su magnitud. Por ello va la invitación a descubrir las maravillosas alternativas que nos entrega el lenguaje, que es la herramienta de la creación. Me parece que tu trabajo podría haber cobrado mayor intensidad de la que tiene con algo más de carpitería en la forma, rumiar más los textos, indagar por ahí sobre la palabra exacta. Ningún término es imprescindible salvo el que es exacto, pero el que es exacto se esconde. En la carta escrita en prosa se nota más aquello, porque la diferencia entre una carta de amor entre enamorados y una obra de creación está en esta exploriación maniática de aquella palabra que dirá mejor la manera cómo se siente el corazón. Me gusta la pasión que dejas salir y me encanta la limpieza del texto, es una maravilla para mí que soy obsesivo por los textos limpios. ¡Vamos ahí!

Anónimo dijo...

gracias por el comentario, es un texto escrito hace fácil 10 años, "transformado" si cabe el término en carta por el encabezado y el final. Uno aprende con el tiempo. Nur