martes, 16 de enero de 2007

Zapatos

Zapatos

por Ángel Grau


Malditos zapatos. ¿Es que uno los olvidó cuando no pudo más comerse lasuñas de los pies? La verdad es que por más que he doblado la columna hasta casi romperla no he conseguido mirar los zapatos a los que tenía que cantar y no me ha parecido de buen gusto hablar de los ajenos, porque son elementos que están en el cajón donde se esconden las intimidades (¿han notado que todas las prendas íntimas tienen una íntima relación con el olor del que se impregnan?). No tengo justificación, ni anatómica ni semántica, pero he sido derrotado por los zapatos de mierda o quizás, y más llanamente, haya perdido contra la poesía o la prosa poética. Me declaro incompetente para cantar a los zapatos y pido disculpas a todos.

No hay comentarios: