viernes, 13 de abril de 2007

Carta de Amor/Desamor

Por: Zeta

Señor
Triste Cobarde
Planeta Tierra

La telepatía no me funcionó, entonces decidí usar este recurso prehistórico de escribir en un pedazo de este material llamado papel que encontré en esa caja extraña de mi tatarabuela.
“Es lo único que no le molesta que haga a la mujer de celeste que me trae las cápsulas que me alimentan”.
Mi intención? desgarrar tu alma con mis letras, intentar y saber que talvez moriré intentando que cada palabra que leas en esta carta te llegue y te golpee con la fuerza de un látigo en el cuerpo desnudo de un esclavo, que te hieran con la fuerza de lanzas prehistóricas de los soldados luchaban en las guerras por sus vidas, que te lleguen de manera directa, punzante, veloz y que se queden escritas en tu cuerpo como una prueba de mi existencia y como prueba que no deja dudas, sin el riesgo de que se queden únicamente en los pensamientos, los míos y los tuyos huidizos como son, cobardes como su creador.
Te escribo para decirte que me provocas náusea cuando veo las fotos que guardé de tí, que mi estómago se retuerce y mi mente se marea, para decirte mil veces que eres la representación perfecta de lo más cobarde y la representación perfecta de lo inexplicable, de la acción que no obedece a las palabras, de la mirada que esquiva los ojos, de lo diabólico encarnado en un cuerpo perfecto. Porque lograste que mi corazón saltara cada vez que tu silueta se acercaba, hiciste que cediera espacio al extraño sentimiento del que siempre me burlé, dejé de ser la niña fría, dura y firme para convertirme en una pluma en el viento de tu simple aroma, me convertiste en nada, me transformé en la mujer invisible y te odio por esto, te odio por que convulsionaste mi vida, por que anulaste mi interés por mi misma para convertirme en un perro fiel que cuida de su amo, por que aceleraste mi muerte, por que envejeciste mi alma.
Ojalá que cada palabra que lees en esta carta te arranque el aire como lo hicieron tus mentiras conmigo, ojalá que la vida te condene y te cobre cada uno de tus actos y sobretodo te cobre por la cobardía de abandonar el amor intenso, puro, inmenso, verdadero y apantanarte en un mundo de comodidad, ojalá que la mujer con la que te quedaste se convierta en el ogro de los cuentos de horror y que cada caricia de ella te queme hasta lo más profundo de tus entrañas, ojalá que en verdad un día te enamores como yo de ti y sientas por ella lo mismo que yo por ti, y ella sienta por ti lo mismo que tú por mí, y por último ojalá que vivas mil años envejeciendo y el tiempo no sea indiferente contigo.

Sinceramente, desde la casa blanca a la que un día me abandonaste,

Tu eterno amor

1 comentario:

Anónimo dijo...

Zeta, qué bueno tenerte de vuelta. Me pareció que a tu carta le faltó sutilezas. Es decir, es una buena catarsis, pero le faltó la segunda parte: procurar que ese derrame de ideas se convierta en arte y, como sabes, eso se logra con el trabajo de la forma. Me parece que no dejaste salir el artista que hay dentro de ti y probablemente sea el castigo por habernos abandonado tanto tiempo (jhá).